sábado, 9 de junio de 2012

Capitulo II: “El Libro de los Jueces”


El capitulo comienza relatando que tras cada una de las persona existe un JUEZ, esta figura desagradable que surge de nosotros mismos. Los jueces tienen el objetivo de intimidarnos,  estremecernos y anular nuestra personalidad frente a los otros.
El autor describe algunas ocasiones en donde nos vemos enfrentados a circunstancias incomodas ante el público, ya que nos enfocamos solo en aspectos negativos, y como consecuencias nos producen gran inseguridad. Hay acciones que podemos realizar o improvisar solos, pero que al momento de realizarlas frente a un público se nos hace imposible hacerlas de la misma manera. Asimismo, nos enfocamos en nuestros temores e inseguridades, en vez de enfocarnos en nuestras habilidades.
Nos señala, que los jueces nos limitan constantemente con sus leyes, reprimiendo nuestra verdadera personalidad y habilidades. Es por esto, que debemos tratar de ridiculizarlos, mirarlos en menos y minimizarlos. En base a estas herramientas podremos ser nosotros mismos, sacar a flote nuestra espontaneidad, con el objetivo de formarnos de mejor manera y realizar cada una de nuestras metas, sin el miedo de hacer el ridículo
En mi opinión personal, el texto nos hace reflexionar respecto a cómo nos enfrentamos a circunstancias difíciles.  Creo que los jueces que a veces nos dominan, nos impiden ser como VERDADERAMENTE SOMOS.
Se manifiestan en nuestras expresiones, voz, nudos en la garganta, tartamudez y timidez. Pero lamentablemente todas estas surgen de nosotros mismos, ya que no podemos controlarlas y dejarlas de lado para sacar nuestra personalidad.

Es por eso, que debemos sacar lo mejor de nosotros mismos.
No dejemos que nuestros jueces nos acobarden, ante nuestras metas.
No nos dejemos capturar por nuestros miedos.
Ganémosle a aquellas circunstancias que nos aterrorizan
y desarrollemos nuestra verdadera personalidad, por sobre la vergüenza. 

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